La estancia en Mojácar fue increíble, especialmente con mi hijo. Pasamos un rato divertido en la playa cercana y disfrutamos de las vistas al mar desde nuestra habitación. El desayuno también fue un gran detalle, cada día había algo nuevo que probar.

Mi mujer dice que sería bueno tener más opciones de actividades para los niños.

la vista del mar era bastante interesante, pero subir montañas de escaleras sólo para llegar a la habitación, es una experiencia que dudo que repita. lamentablemente, no recibí ningún tratamiento especial, algo que esperaba de un hotel 'boutique'. en fin, casi escribo una buena crítica, pero simplemente no pude.

La ubicación del hotel es excelente, cerca del centro del pueblo y a poca distancia caminando de varios restaurantes con vistas al mar. Las habitaciones son cómodas y muy limpias. Además, el trato por parte del personal fue excepcional, siempre atentos y dispuestos a ayudar.

El acceso al hotel implica subir varias escaleras, lo que puede ser complicado para algunas personas.

El hotel tiene un ambiente acogedor y un personal muy amable.

El acceso al hotel fue un verdadero desafío, ya que hay que subir numerosas escaleras, lo que hizo que la llegada fuera bastante cansada, especialmente después de un día de explorar. Además, encontrar aparcamiento en verano fue complicado. a menudo tuvimos que estacionar lejos y caminar para llegar. Aunque la cama era cómoda, no disfruté de una experiencia completamente boutique como esperaba, ya que el servicio no fue tan personalizado como había anticipado.

El hotel Mamabels superó todas nuestras expectativas. la limpieza era excepcional y el desayuno, con un bollo distinto cada día, era un detalle delicioso. Las vistas al mar desde la habitación eran impresionantes.

Las habitaciones son amplias y luminosas. Las escaleras para acceder son un poco cansadas.

Encantador lugar para disfrutar de una vista espectacular al mar y relajarse en su hermosa terraza con café fresco, mientras se explora el vibrante Mojácar pueblo.

Recomendado para parejas que buscan tranquilidad

Las vistas desde nuestra habitación eran espectaculares y la cama era tan cómoda que podría haberme quedado allí para siempre. El desayuno era impresionante, cada día traían un bollo diferente, algo que no esperaba y hizo que mis mañanas comenzaran de manera especial.

No fue barato, pero aun así lo consideraría aceptable.

Una vista impresionante por las mañanas

Despertar cada día con la brisa fresca del mar y el delicioso desayuno de Carlos fue un verdadero placer. Las habitaciones eran muy cómodas, y la limpieza impecable. La atención del personal te hace sentir como en casa.

Sin embargo, el acceso al hotel no es fácil, ya que hay que subir numerosas escaleras, lo que puede ser agotador después de un día explorando Mojácar.

Las vistas al mar son espectaculares y el desayuno es un bollo casero distinto cada día.

me sentí muy bien atendido, no tengo ninguna queja

Es un hotel con encanto, aunque hay que subir muchas escaleras.

Un lugar de ensueño!

Las vistas al mar son increíbles y la brisa fresca hace que todo sea mejor. Carlos, el dueño, es un gran tipo. siempre atento y muy amable. El desayuno en el área externa es súper rico. Lo único que podría mejorar es que la decoración un poco la veo un poco pasada de moda. Pero bueno, eso no quita lo bueno.

La ubicación fue buena, cerca del centro del pueblo. Sentí una conexión especial con el lugar, especialmente durante el desayuno con vistas al mar. Las playas quedan a 5 minutos en coche y es fácil disfrutar de la gastronomía local. Los anfitriones hicieron que me sintiera como en casa, realmente un buen trato. Me sorprendió la variedad de restaurantes y bares disponibles.

Acceder al hotel implica subir varias escaleras. Encontrar aparcamiento puede ser complicado en verano.